domingo, 4 de abril de 2010

Nuit Blanche


-Me acabo de acordar de una tontería.
-¿De que hablas?
-No se si te acordarás...un día que íbamos en coche por la noche. Era verano y el cielo estaba despejado. Las estrellas brillaban y tu te empeñaste en clasificarlas a todas por sus nombres con mucho entusiasmo.Mientras, yo ponía cara de prestarte atención, pero en realidad solo estaba observando a las estrellas a mi manera...tranquilamente, sin clasificarlas...sin juzgarlas; tan solo observando como hacen los niños pequeños.
-Ya me había dado cuenta de que no me estabas haciendo caso. Pero ya sabes que no soporto estar mucho rato en silenció-dijo con una sonrisa tímida.
-No te preocupes, me gusta escucharte-dijo él devolviéndole la sonrisa-.Bueno pero no era eso lo que te quería recordar.
-¿No? ¿entonces de que se trata?
-Después de eso,me preguntaste que era el amor para mi.
-mmm...si tengo un pequeño flash de ese momento, recuerdo que me costo mucho hacerte esa pregunta.¿Y que dijiste?
-Te dije que aún no lo sabía.Que te podía decir lo mismo que un bebe al respecto.
-Es verdad, bonita forma de quitarte el marrón de encima. Y ahora,¿vas a decirme algo más que "gugu-tata"?-pregunto ella con risa burlona.

El se levanta de la silla y se dirige con cierta parsimonia hacia la ventana de la habitación. Dirigió la vista hacia el paisaje invernal y reflexiono unos segundos.Finalmente se atreve a decir en lo que está pensando:

-¿Alguna vez has querido tanto a alguien...que el solo hecho de pensar en perderla...te duele?-pregunto él.

Ella se queda callada mirándole fijamente, con los ojos abiertos.Intenta contestar, pero no le salen las palabras, o puede que las palabras no quieran salir de su boca.

-¿Alguna vez has mirado a alguien a los ojos y te has preguntado si es la última vez que los vas a poder mirar tan fijamente?-Prosigue el pronunciando preguntas sin aparente respuesta.

Se vuelve a girar hacia ella.La chica percibe su presencia y alza la mirada, entrecierra los ojos, mira al joven que se le ha plantado delante. Es tan alto que tiene que levantar mucho la vista.Sus miradas se encuentran. El joven esboza una sonrisa. Sonrisa que intenta demostrar que no alberga ninguna mala intención.Le vuelve a dirigir la palabra a la chica:

-Yo si... por eso cada vez que estoy contigo intento hacer cada instante memorable, porque pienso que tal vez ese momento que quiero conservar siempre en mi memoria, ese segundo que me concentro en vivir apasionadamente...pueda ser el último a tu lado.

Creo que esto es lo que significa amor para mi, sentir algo tan fuerte por otra persona que te anime a vivir cada segundo como si fuera el último en tu vida...una mezcla entre felicidad y tristeza, miedo y alegría.¿Entiendes lo que quiero decir?¿O piensas que estoy loco?-pregunto el chico esperando una respuesta.

-Si, creo que te entiendo...

4 comentarios:

re3virao dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
re3virao dijo...

Párate. Coge con tus pulmones todo el aire que puedas, hasta que completes su capacidad. Vas a aguantarlo mucho tiempo, todo el que puedas. Cierra los ojos, piensa en todo lo que te duele, todo por lo que lloras, todo lo que te reprime, hasta el punto de que te olvides que no respiras. Poco a poco, empezarás a flotar, a ascender como un globo, e irás perdiendo la estabilidad. Llegará el momento de que te acuerdes que necesitas aire, lo que significa que ese sufrimiento superará todo aquel en el que estabas pensando. Tu cerebro está dolorido, pero no va a autodestruirse. Entonces caerás, caerás durante unos instantes desde lo más alto, desde el cielo más estrellado de la noche más blanca. Expirarás todo ese sufriemiento, te desahogarás, te des-ahorcarás, y al final, cuando habrás los ojos, un alivio te nutrirá.
Por unos segundos, las estrellas te habrán hecho compañía, y habrás tenido el mundo a tus pies. Libre de cualquier atadura, libre de cualquier problema. Esa sensación todavía te embargará hasta que vuelvas a respirar con normalidad.

Violeta dijo...

Que bonito Adrián.

Feliz Primavera hombre invisible-

Anónimo dijo...

hay sensaciones que no se pueden explicar.

Hay miradas que no se pueden evitar.

Hay recuerdos que no se pueden ni deben olvidar, ni camuflar.

Hay relaciones que no se pueden calsificar.


Por algún extraño motivo, esas son las que merecen la pena.


;)