lunes, 15 de diciembre de 2008

Indiferencia


Humanidad, una palabra ficticia en esta realidad cruel. Perdida en su propio significado busca cobijo en algunos hombres "buenos", mas los hombres "buenos" en seguida se corrompen perdiendo dicha cualidad.



Vivimos un tiempo donde los hombres no son esclavizados por otros
hombres, sin embargo no se sienten libres en ninguna parte. En boca
de personalidades de traje y corbata, falsos derechos humanos nos
alegran los oídos , ocultando la miseria que se apodera de los más
débiles...

Observando la más dura de las pobrezas sentados en nuestros sofás,nos atrevemos a desviar la mirada. Mirada que se encuentra con el reflejo de nuestro puro egoísmo. Pero ¿quién soy yo para juzgar? ¿Acaso no soy otro ente despreocupado por todo aquello que no tenga que ver con mi bienestar?






Dura realidad que golpea mi conciencia, estrujándola, asfixiandola bajo su propia hipocresía.¿Que te impide revolucionar mi mundo? Tu, sabia conciencia que te niegas a luchar contra esta indiferencia despiadada que domina mi voluntad.¿Tantos años viendo desgracias ajenas me han desensibilizado? Te maldigo a ti mi conciencia, porque denuncias pero no sentencias. Hablas en susurros en un mundo confundido por los gritos.





Mucho tiempo ha pasado, sin embargo no hemos avanzado nada. El hombre no es mejor de lo que era antaño. Crueldad, violencia, egoísmo, envidia. Valores que nos poseen allí por donde nos movemos. Pero tu sigues susurrando, escondida en nuestro subconsciente, oculta bajo ese raciocinio que tanto orgullo nos provoca...No calles más, no susurres.