jueves, 11 de junio de 2009

Colores...


Eres tan gris...

El eco de sus palabras resonó en su interior.Aún recordaba el tiempo en que había sido Amarillo, desprendiendo calor a su paso sonreía a los demás colores que le observaban y le saludaban.




Despreocupado por la vida caminó sin pausa, hasta que el Verde le encontró, y decidió convertirle en uno de los suyos. Le enseño la esperanza, la fuerza del cambio y de la fe en los demás. El Amarillo intentó comprender y asimilar todo lo que el Verde le enseñaba. Pero aunque las palabras de Verde le llenaban el alma, amarillo fue incapaz de creerselas. Cuanto más lo intentaba más resistencia oponía su mente. Tal fue así que Amarillo paso a Azul. Frío y lluvia se internaron en su ser, nublando su raciocinio. Verde hizo un último intento por salvar a su amigo, pero esto no hizo más que separarlos aún más. Azul renegó de Verde, ya no quería sus palabras. Azul se aisló en si mismo, y decidió buscar a otros azules con los que comprender lo que le estaba pasando.




Largo tiempo deambuló por los caminos. Los otros colores le observaban pero ya no correspondían a su sonrisa, Azul olvidó reír, olvidó soñar, olvidó vivir.La oscuridad lo rodeó quedando aislado bajo un tono negro.




Cuando parecía que estaba todo perdido, Blanco apareció de la nada ofreciéndole cobijo a Negro. En el refugio de Blanco había seres de todos los colores, colores brillantes y vivos que jugaban juntos intercambiándose tonos suaves y fuertes. Negro se entretenía mirando como convivían los demás. Gestos de amor, odio, cariño, amistad e indiferencia se entremezclaban revolucionando el ambiente del lugar. Negro se sintió atraído por las ganas de vivir del resto del grupo, intentó integrarse y sin darse cuenta se transformo en Gris.




Gris convivió tranquilo durante muchos meses, disfrutando del brillo de cada día junto al resto de entes. Hasta que un día un color caprichoso se acercó a el, era un color distinto a los demás. Desprendía una luz amarilla potente y bajo ella había disntintos colores creando mezclas extrovertidas. Gris se atrevió a mirar bajo la luz amarilla, y quedo fascinado ante lo que vio: verde esperanza abrazando al frío azul, blanco animando a negro, naranjas y violetas jugaban y peleaban por amarillo.



Gris siguió escudriñando en el interior de esta locura, contagiándose a cada minuto que pasaba escarbando en el interior de aquel ser. Gris acabó seducido por aquella forma, y decidió aprender de ella. Gris se dejo llevar por el rojo de la pasión que le causaba estar junto aquel ente. Gris se volvió Naranja. Ya no tenía miedo de verde, ni de azul o negro. Estaba en paz consigo mismo, sabía que nunca volvería a ser amarillo pero eso no le preocupaba...tan solo quería dejarse llevar y aprovechar cada momento como Señor Naranja...sin estar seguro de cuanto iba a durar, lanzó una sonrisa hacía aquel misterio.